Sancha comenzó a plantar viñedo en 1997 con vistas a la que iba a montar en unos años, y aprovechó los antiguos viñedos familiares que databan de 1917. Juntó 9 hectáreas de viñedo propio y se lanzó a la aventura. En la actualidad trabaja de la manera más natural los viñedos y crea vinos espectaculares, llenos de personalidad, elegancia, frescura y arraigo a la zona.